jueves, 1 de septiembre de 2016

LA PEÑA DE ARCOS. (1922)


Artículo publicado en ABC en la secciones de Informaciones por tierras andaluzas.

"Se proyecta en el Mezo del cinematográfico una película con vistas de Arcos de la frontera y la concurrencia creería estar presenciando desfiles panorámicos de poblaciones del extranjero que nos describieron ideales cuentos infantiles, y, sin embargo la realidad esa belleza sugestiva que encierra la población a Blasco Ibáñez y a Romero de Torres les hicieron proferir ha poco tiempo frases henchidas de entusiasmo, la tenemos en Andalucía a 20 kilómetros de la ciudad del vino y de las mujeres graciosas; ya sabrá el lector que os referimos a Jerez de la Frontera.
Arcos de la Frontera, sobre una peña de más de cien metros de altura, evoca al admirarla desde lejos los recuerdos de esas ciudades que, poseídas de un don sobrenatural, guardadora a su vez de tesoros inapreciables del arte antiguo, como el célebre retablo de Santa María, que son relicario de virtudes y civismos como elegidas por Dios, que para tenerla más cerca ha elevado su nivel.
Desde el balcón de la Plaza del Ayuntamiento, el panorama es deliciosamente encantador; se transporta uno a otra región mas puro, pues se ve la carretera, las personas, las casas como insignificantes juguetes hechos de cartón, que duran el tiempo que el niño tarda en disfrutarlos, mientras que la peña que nos sostiene se conservará firme, combatida por los tiempos, que no podrán mas que su fuerte solidez. Domina allí la idea de grandeza, y no pasa por nadie el vértigo suicida, porque allá arriba piensa uno mucho más que en el llano en la obra de Dios.
Hemos salido de Jerez en automóvil, acompañados de nuestro entrañable camarada Rafael Pozo, y en menos de una hora hemos llegado a las puertas del Ayuntamiento de Arcos, donde todo es actividad en aquellos momentos, ultimando los preparativos para recibir al regimiento de Lanceros de Villaviciosa, que, de regreso de las prácticas reglamentarias, se detendrá dos días aquí para seguir a Jerez, donde dicha fuerza esta de guarnición.
Hemos sido colmados de atenciones por parte de las autoridades, y hemos sentido de nuevo el agradecimiento, que entendemos a cuantas personas nos han auxiliado en el cumplimiento de nuestra misión informativa.
Al frente del Municipio de Arcos de la Frontera se encuentra un caballeroso amigo, un prestigioso industrial que es queridísimo en toda la provincia de Cádiz; don José Olivares Piña, que fue cuatro años concejal de dicho Ayuntamiento y teniente de alcalde, siendo designado para la presidencia en el mes de abril pasado.
El Sr,. Olivares Piña ha heredado de su señor padre la caballerosidad, las simpatías y los bienes de fortuna que aquél reunión con su desvelo y honrada labor.
Don José Olivares veas (padre del alcalde) fue alcalde de Arcos, pero aparte de su gestión imperecedera, fue un consumado artista, como lo demuestran las huellas de su paso por dondequiera que vuelve uno la vista en Arcos.
El finado llevo a cabo en Arcos obras importantísimas de mejoramiento, y fue nombrado hijo predilecto.
Su hijo, el actual alcalde, lleva la misma orientación que el Sr. Olivares Veas, y ha acometido la traída de agua al pueblo, proyecto que acariciaba su señor padre; por cierto que el ilustre ingeniero de Minas Sr. Gabala es el encargado de realizar el referido proyecto; el mismo ingeniero fue el que hizo la traída de aguas a Sanlúcar de Barrameda.
El Sr. Olivares Piña ha llevado el alcantarillado a la población, y continua realizando obras importantísimas para Arcos.
Como secretario del Ayuntamiento figura nuestro antiguo amigo el ilustrado periodista gaditano D. Francisco de A. Cerón, colmo de bondad y dechado de inteligencia para la buena marcha de esta Corporación Municipal.
Cuando el Sr. Olivares llegó a la alcaldía, la administración adolecía de defectos, llegando a adeudarse a los empleados hasta dos años de sus haberes. Hoy las atenciones están cubiertas, no se adeuda nada y hay remanente en caja. Esto ha sido labor del Sr. Olivares, que ostenta el título de Ingeniero Electricista.
Como cinta cinematográfica, fueron desfilando ante nosotros antiguos amigos andaluces, como el ilustre letrado D. Cristóbal Vidal salcedo, notario de Arcos, que ha conseguido avalorar aún más con sus estudios y descubrimientos el tesoro artístico de esta población única.
saludamos al Sr. Velázquez Gastelu, antiguo amigo también de Sevilla, y fuimos presentados a los colaboradores del alcalde, que son D. Juan Luis Gómez Ferrer, primer teniente de alcalde; D. Antonio Aparicio, ex diputado provincial y concejal por mayor número de votos, y que fue catorce años secretario del Ayuntamiento; D. Antonio Matos, cosechero de aceite; D. Aurelio Mariscal, comerciante; D. Manuel Porrua, síndico del Ayuntamiento y comerciante; D. Diego González Ruiz, extractor de aceite en grande escala; don Manuel Ruiz Domínguez, labrador y otros que seria labor interminable enumerar.
Visitamos los monumentos del pueblo, que colmaron nuestra atención, sirviéndonos de "cicerone" el propio alcalde, el secretario y el ex alcalde de Sevilla, señor Vidal Salcedo, cuya erudición vastísima es de sobra conocida en España.
Para conocer un aspecto de Arcos productora visitamos la fábrica de harina de Nuestra Señora de la Sierra, propiedad del Sr. Olivares Piña, que fue fundada hace diez años por su señor padre, quien donó a su hijo como presente de boda.
La fábrica está montada a la moderna, con maquinaria movida por la electricidad con arreglo a la última palabra.
El Sr. Olivares Piña ha reformado la fábrica colocándola a la altura de las mejores de España. Vende harinas a toda la provincia de Cádiz, a Sevilla y otras poblaciones.
Después estuvimos largo rato en el molino de Nuestra Señora de las Nieves de los herederos de doña Juana Ferrer de la Calle, siendo obsequiados por D. Juan Luis Gómez Ferrer y su hermano D. José, que se hallan al frente del prospero negocio.
Se halla la industria montada con arreglo a la maquinaria moderna, y amplían ahora las naves de máquinas para moler las aceitunas.
El depósito de aceite representa por su riqueza, y es de encomiar la calidad de sus productos elaborados, que son pedidos en los mercados principales.
El alcalde nos invitó a almorzar, y después presenciamos la llegada de los Lanceros de Villaviciosa; asistimos al vino de honor dado en el Ayuntamiento y al ponche en el Casino de la Unión en honor a las tropas. Al ser presentado al bizarro coronel Sr. Merry, le felicitamos por el resultado de la marcha: cerca de 400 kilómetros sin haber una baja ni el más leve accidente.
Vimos antes de partir la copia magistral del retablo de Santa maría, hecha por el Sr. Olivares Veas, obra que por su requiere trabajo aparte, ofreciendo ocuparnos de ella.
Cuando la noche se apoderaba de la luz, salimos en el "auto" para Jerez, y añorando un día tan delicioso por las atenciones recibidas para ABC, veíamos en la penumbra la ciudad-águila, como encaramada en la altura para mejor comunicarse con el creador de obra tan sublime.

Enrique Garro. Arcos de la Frontera, Diciembre 1922.




No hay comentarios:

Publicar un comentario